Iba el otro día paseando con mi hijo Sergio,
hablando de los temas que interesan a los adolescentes de su edad. Es un placer
oírle dirigirse a ti, fijándose en cuál es tu expresión y opinión sobre sus
inquietudes. Además no deja de gustarle a uno en que cada dos o tres frases, le
llamen a uno papá. Hace años que le prohibí llamarme Nicolás. Así me llama el
resto del mundo. El título de “papa” es más importante y que os voy a a decir,
a mí me encanta oírlo.
Estábamos hablando de temas divertidos,
cuando de repente el rumbo de la conversación cambió al hacerme la siguiente
pregunta:
- Sergio: Papá, ¿qué es
para ti un emprendedor? Es una palabra que últimamente la estoy oyendo y
leyendo mucho en periódicos, tv, noticias en web, etc.
- Yo: depende (debe ser
mi herencia gallega). Normalmente se emplea en artículos que traten sobre
empresa y negocios y definen a un tipo de persona que comienza su andadura
montando una nueva empresa en un determinado sector.
- Sergio: y ¿qué
características tiene un emprendedor?.
- Yo: generalmente es
una persona activa, a la que se le ocurre una idea y decide generar un negocio
a partir de ella.
- Sergio: ¿Qué tipo de
negocio?
- Yo: en principio
cualquiera.
- Sergio: ¿Qué más
características tiene?
- Yo: normalmente es un
negocio pequeño y el emprendedor tiene poco dinero, por lo que al emprendedor
le es necesario pedir dinero.
- Sergio: ¿a quién pide
el dinero?
- Yo: depende (otra vez
la herencia). Ya sabes que en este mundo, influye quien seas tú o tu familia y
los amigos que tengas, tienes más o menos facilidades. Unos acuden a los bancos
solicitando un préstamo o hipotecando su casa. Otros piden dinero a su familia.
Otros admiten más socios que aporte en dinero a su negocio.
- Sergio: ¿Qué tal
funcionan estos negocios?
- Yo: siempre el
empezar es muy duro. Tu idea puede ser buena o mala. O bien puede habérsele
ocurrido a otra persona que ya la está poniendo en práctica y te lleva la
delantera. A veces no consigues el dinero y tu idea se muere en el cajón de tu
cabeza.
- Sergio: o sea, que no
es fácil ser emprendedor…
- Yo: casi nada que
merezca la pena es fácil en esta vida.
- Sergio: y la mayoría
de la gente ¿triunfa o fracasa?
- Yo: hay de todo. Hijo
mío, no tengo datos en este momento y dependerá del sector, tipo de negocio,
etc. Pero con la situación económica que vivimos es una de las maneras en que
la gente busca una oportunidad para ganarse la vida. Además si tienes una idea
¿qué es mejor intentar llevarla a cabo? o ¿estar toda la vida pensando en que
debieras haberlo hecho?
Llegados a este punto continuamos andando en
silencio, mientras notaba que mi hijo tenía algo en la cabeza que le iba dando
vueltas. Al cabo de un rato dirigiéndose a mí de nuevo me pregunto:
- Sergio: ¿Papá? ¿Yo
soy un emprendedor?
Me paré en seco y reflexioné unos segundos.
Una pregunta de estas características siempre tiene trasfondo.
- Yo: ¿Por qué lo
preguntas? ¿En qué estás pensando?
- Sergio: El año
pasado, a mi se me ocurrió una idea que fue la de escribir un libro.
- Yo: muy cierto.
- Sergio: después y a
base de muchas horas, conseguí llevar mi idea a la práctica y terminé mi libro.
- Yo: muy cierto de
nuevo.
- Sergio: Entonces era
un emprendedor.
- Yo: todavía no. Tu
libro estaba en tu portátil y no había salido al mercado.
- Sergio: hace unas
semanas ya lo hemos publicado y en diferentes sitios: AppStore (iTunes),
Amazon, etc. ¿A eso se le puede considerar un negocio?
- Yo: ¡Por supuesto!
Hay mucha gente famosa que vive gracias a la publicación de sus libros. Algunos
de ellos, principalmente americanos e ingleses ganan muchísimo dinero
- Sergio: Entonces
papá, a los 14 años ¡Soy un emprendedor!.
- Yo: hasta ahora no
había caído en ello, pero si, por lo menos desde mi punto de vista ¡eres un emprendedor!
Seguimos de nuevo en silencio. En la cara de
mi hijo relucía una inmensa sonrisa de satisfacción. De repente se paró de
nuevo y me dedicó otra pregunta:
- Sergio: ¿Papá?
- Yo: ¿Si cariño?
- Sergio: en el tema
económico y de gastos de la publicación del libro, no he tenido que solicitar
ningún préstamos, ni hacer ningún esfuerzo. Eso significa que ¿no soy un
auténtico emprendedor?
En esos momentos, al que le vino al rostro
una sonrisa acorde con las circunstancias, fue a mi persona.
- Yo: no hijo mio.
Sigues siendo un emprendedor con todas las de la ley. Lo que ocurre es que los
emprendedores también tienen madre y padre...