Cuando mi emprendedor favorito hace dos años
escribió su primera novela, algunos de nuestros “conocidos” se quedaron a la expectativa
de si aquello había sido “el sueño de una noche de verano” o iba a tener algún
tipo de continuidad.
Es más, bastantes de ellos no adquirieron el
libro (es un dato, no una opinión) en base a que un libro de un niño de 13 años
(aunque tuviese más de 300 páginas), no podía tener el nivel suficiente y era
amor de padre mis recomendaciones de que
lo leyesen.
Evidentemente conozco a mi hijo y cualquiera
que lo haya intentado, sabe que escribir un libro de ese volumen no es una
labor trivial.
El año pasado (2014) ganó en su categoría el
concurso de relatos del ayuntamiento de Pamplona, por lo que además de
conseguir a su edad una muesca más en su CV, nos confirmó a sus allegados que
el chaval parecía que no iba por mal camino. Es más cuando nos enteramos de la
aparición de concursos literarios, echamos una ojeada a las bases para
determinar si entra dentro de las novelas que a Sergio le gusta escribir, para
decidir si se presenta o no. Lástima que la creatividad, la imaginación, la
ilusión y en este caso la escritura, en la mayoría de ellos esta limitada (debe
ser por algún aspecto legal) y no pueda presentarse a ellos por tener menos de
18 años (ya llegarán).
Mientras tanto, entre el año pasado y este ha
escrito dos novelas más. Una es la continuación de la Saga Flamesword y todavía
no ha salido a la luz del público, a falta de un par de revisiones más por
parte de Sergio. Esperamos que esté en la calle para Navidades (será nuestro
autoregalo)
La última novela comienza Saga nueva y está
enmarcada en la situación de una posible pandemia zombi. Sergio ha empezado
esta Saga debido a que le encanta el tema. Él como muchos otros a nivel mundial
ha sido atrapado por este subgénero de ficción que se extiende cada día más. A esta difusión ha
colaborado activamente las diferentes series de televisión, principalmente Walking
Dead (6ª temporada), la pelicula Guerra mundial Z (Brad Pitt), canales importantes de
youtube (http://www.youtube.com/user/ZombieGoBoomTV) y otros medios.
Como los autores más de moda de este tema,
Sergio en su libro trata a los zombis desde un punto de vista realista, no
desde el enfoque más habitual de hace unos años del Vudu, si no desde el de una
posible enfermedad altamente contagiosa que cuya peculiaridad adicional (si no
no sería de zombies) es que los infectados atacan a personas normales para
propagar la enfermedad. Para los escépticos el Pentagono (USA) tiene diseñado
un plan especifico para repeler una pandemia zombi.
Lo de "pandemia", "enfermedad
altamente contagiosa" y otros aspectos tratados en la novela, como
ineficacia en la reacción a tiempo de las medidas, acciones tardías, falsa
piedad, etc. Han hecho que varios de nuestros lectores se pongan en contacto
con nosotros para comentarnos cuanto de parecido tiene la novela con lo que nos
está empezando a pasar con el "Ebola", ya que salvo que los
infectados de Ebola (todavía) no atacan al resto hay muchas similitudes.Bueno esto último no es del todo cierto según la propia Europa Press.
Algunos más atrevidos nos han llegado a
comentar que si Sergio fuese un escritor conocido, en esta sociedad nuestra
cuyo reflejo más popular es "Sálvame" seguramente lo tildarían de
escritor oportunista.
¡Qué se le va a hacer! Lo hecho, hecho está
(y registrado en la Propiedad Intelectual, etc, etc). La realidad es mucho más sencilla, es un chaval
que dedica su tiempo libre a escribir sobre lo que le gusta.
Como en otras ocasiones que publicamos un
libro os dejo los primeros capítulos para que (espero), disfrutéis con su
lectura Para terminar aprovecho para dar las gracias a nuestros seguidores que
animan a Sergio a que haya una cuarta, quinta, etc. novela. No hay problema, agradecerles
el apoyo y comentarles que Sergio esta por la labor.
Resumen del libro
El mundo es un lugar apacible tal y como lo conocemos pero que ocurre cuando un apocalipsis zombi comienza. Solo unos pocos sobreviven y quedan bien parados. En este libro se narra la historia de un grupo de amigos que lo intentaron
En respuesta y
agradecimiento a las personas que me han escrito sobre mis artículos de literatura fantástica voy a intentar hacer un juego con las sagas que más me
han gustado en los últimos meses.
Intentando combinar
la tecnología con la literatura, he decidido hacer una infografía. Lo primero
que he hecho has sido buscar una herramienta gratuita cuyo objetivo sea la
realización de infografías y como siempre en Internet hay un conjunto numeroso
de ellas. La que más me ha gustado por su sencillez y calidad ha sido www.easel.ly.
El juego que os
propongo es el siguiente. En los últimos meses en el mundo de la literatura
fantástica se ha puesto de moda los libros
en que el protagonista es un asesino (normalmente obligado por tristes circunstancias
a dedicarse a ese oficio).
En la infografía, he representado a algunos de
los asesinos más famosos de dichas sagas de literatura fantástica. El que de
vosotros/as esté dispuesto a disfrutar con novelas de este género y este tipo
de protagonistas, sólo tenéis que descubrir la saga a través del nombre del
asesino/a que está representado.
Alguna de estas sagas
son diferentes a otros libros de fantasía que había leído anteriormente.
Reflexionando sobre el tema, he llegado a la conclusión de que al menos en mi
caso, la diferencia principal estriba en que estoy acostumbrado a leer libros
de fantasía en donde impera la acción (normalmente de los buenos con respecto a
los malos), y la inmersión en la personalidad de los protagonistas se centra
más en sus características de luchador, héroe, etc.
En cambio en los
libros de las sagas de asesinos cuyos protagonistas os represento continuación,
la acción pasa a ser un tema secundario con respecto al cual hacer girar
parcialmente a los protagonistas, mientras que el interior de la persona, sus
necesidades, sus sufrimientos y sus sacrificios imperan a lo largo del libro.
En cualquiera de los
casos, son libros altamente recomendables por lo que espero que participéis en
el juego que os propongo de buscar las sagas y que disfrutéis tanto como yo
leyéndolas.
En mi
familia por varios motivos decidimos contratar este año en nuestro lugar de
veraneo los servicios ADSL de una empresa de telecomunicaciones durante los
meses de Julio y Agosto.
Después
de ver varias ofertas y llamar varias veces, nos decidimos por Jazztel. El 30
de junio realicé la contratación del servicio y me comunicaron que era
obligatorio el pagar en ese mismo momento la instalación mediante pago con
tarjeta. Me extrañó que no me lo domiciliasen y esa ansiedad por cobrar al
contado, por ese método. En fin, le di a la operadora los datos de mi American
Express a lo que me contestó que la compañía no estaba dotada de esos medios: solo
se podía hacer con VISA. Me pareció un poco triste y tremendamente pobre por su
parte. Sólo era un aviso de lo que me esperaba.
Al
realizar la contratación les comente mi necesidad de uso durante el verano y me
aseguraron que estuviese tranquilo, que en cumpli-miento de sus estándares en cuatro días, tendría la
instalación realizada. ¡¡ Perfecto!!
A los
ocho días de no haberse puesto nadie en contacto conmigo, llame para
interesarme por la instalación. A partir de este momento empezó la excelencia
en el servicio de su Call Center. Llamaba y me mantenían a la espera entre 20 y
25 minutos en cada llamada (¡¡ bien por su productividad !!).Me des-atendían
personas con los siguientes métodos:
·Les preguntaba por tu instalación y te pedían que
llamases al número de provisión de servicio, en donde siempre colgabas por
aburri-miento de esperar sin ser atendido.
·Les preguntabas por tu instalación y te decían que
te transferían directamente a su departamento de manteni-miento en donde de
nuevo siempre colgabas por aburri-miento de esperar sin ser atendido.
·Otras personas, te retenían permanentemente la
llamada con la frase: “no cuelgue espere un momento”. Después de 15 minutos “de
momentos” colgabas por aburri-miento.
·Alguno de ellos en un dechado de discurso me comunicaban
que la fecha límite de instalación era 3 días a partir de mí llamada en curso y
que un técnico de instalación me llamaría al día siguiente.
He
comprendido que el know-how (comporta-miento) de Jazztel reside en sus campañas de marketing y en
la configuración que han hecho de su IVR (Interactive Voice Response). Es el
aparatito que gestiona las llamadas y te hace saltar de opción en opción
indefinidamente, consiguiendo en algunos casos que entres en “bucle infinito”.
Es curioso que cuando llamas para contratar llegas al operador en 2 saltos y 1 minuto
de tiempo. Para cualquiera de tus llamadas de otro tipo de servicio y
reclamaciones, te pierden en el laberinto del IVR.
En fin,
seguían pasando los días y las llamadas y la des-atención por parte de Jazztel se iba incrementando, así
como el número de minutos que me hacían esperar al teléfono.
Sí que
hay un aspecto que quisiera hacer mención con respecto al párrafo anterior. Al
principio de mis llamadas, me decían que esperase al terminar la conversación,
porque me iban a realizar una encuesta. Conforme iban pasando los días y en mis
escasos momentos en que contactaba con un operador de Call Center, iba
desapareciendo de forma sospechosa dicha encuesta. Me hizo gracia la conversación
con un operador en concreto que visto mi enfado por el servicio que (no) me
estaban prestando me dijo: “Tenga en cuenta señor que en la encuesta me está
puntuando a mí, no a Jazztel”.
Hoy 15 de
Julio, por fin he resuelto el enigma. He llamado al Call Center de nuevo y un
operador, el más eficiente de todos con los que he conseguido hablar (seguro
que era el becario), me ha comunicado que no se me va a proveer del servicio:
que han cancelado la orden.
Con (escasa)
sorpresa por mi parte, le he preguntado por qué no me han llamado para comunicármelo
y por el motivo, a lo que me ha respondido que hay una “avería en una caja” y
que no me van a proveer definitivamente el servicio. Es extraño, me imagino que
en vuestras empresas, como en cualquiera de las que yo he trabajado, cuando
existe una avería que afecta al servicio a clientes, se soluciona (y rápido).
Pues en Jazztel no funciona así: no se repara la avería, no se dan altas de
clientes y se les manda a otro operador.
Yo ya
trabajaba en operadoras Telco antes de que Jazztel existiese y me imagino que
lo seguiré haciendo cuando desaparezca, por lo que o mucho me equivoco o me
habían vendido una línea ADSL en una zona en donde no tienen cobertura.
Visto el
cariz que tomaba la situación, sólo me quedaba preguntar una cosa a la única
persona que me había atendido bien (me imagino que durara poco en la empresa): ¿Cuándo
se me va a reembolsar los 60 euros que se me cobraron en el minuto uno de esta
maravillosa relación comercial? El hombre me ha respondido que según sus
procedimientos administrativos entre 20 y 30 días. ¡¡ Bien por los indicadores
y la precisión del servicio !! Es decir en un tiempo “n” o “n + 50%”
Teniendo
en cuenta su comporta-miento hasta la fecha, tendré que vigilar los movimientos
de mi tarjeta para ver cuando aparece el reembolso o por si acaso como tienen
mis datos que no aparezcan cargos en la misma (nunca se sabe). Bueno si el
asunto se complica, como solución siempre me quedará la Agencia de Protección
de Datos.
Vamos a hacer unos números
No sé cómo
manejarán las cuentas y los indicadores en la Dirección (baja no alta) de
Jazztel (que entiendo que como todos sus servicios estará subcontratada o será
de reventa, pudiendo de esta forma entenderse con el resto de los
departamentos) pero me gustaría hacer un “juego de números”
·Por una parte “puede” que en su Cuenta de
Resultados (perdón es una Telco hablarán por tanto de EBITDA) consideren mis
60€ de instalación pagados al contado como un ingreso. Después a los 30 o 40
días ya lo devolverán (eso espero), pero financieramente 30 o 40 días es un
mundo. Si esto lo hacen habitualmente con 1.000, 10.000 o vamos a ser
imaginativos con 100.000, tienen un dinero adelantado de nosotros, de entre
6.000 y 600.000 euros (en Diciembre con esto se hace maravillas de ingeniería financiera)
·Por otra parte yo realicé entre 10 o 11 llamadas a una media de des-atención
de minutos, hacen 3,80 horas aproximadamente. ¿A cuánto cobráis vosotros
vuestra hora de tiempo? Vamos a ser baratos: pongamos a 25€. El resultado es
que me deben 95 euros. Como en el caso anterior vamos a multiplicarlo por número de clientes/mes.
Ahora no tenemos que considerar personas con este tipo de incidencia, si no que
el número aumenta pudiendo referirnos a todo tipo de llamadas. Pongan el número
que quieran: por ejemplo 150.000 a 10 minutos (vamos a ser generosos). Esto hace
150.000x0,16x25 = 600.000 euros que mensualmente nos debe Jazztel a los
españoles.
Lo
anterior ha sido un “Juego de Números”. Si alguien tiene números más exactos es
libre de aportarlos
CONCLUSIÓN
En Junio
mi familia tenía una necesidad (incluso la ilusión) de tener durante este
verano servicios ADSL. Después de haber pasado 15 días tenemos 60 euros menos,
ningún servicio y no tiene sentido que a estas alturas del verano contratemos
con ninguna otra compañía (por lo menos pasaría otra semana más), por lo que en
mi familia podemos agradecer a Jazztel el que este verano nos privase del
servicio ADSL. ¡¡Tendremos que sobrevivir con los móviles y el “Tethering”!!
Como
decía un muy querido jefe mío (Mariano Majan) “Es muy triste hacerse trampas al
solitario”. Intentar convencernos por parte de Jazztel a base de publicidad que
como dice su slogan “Te quedarás por el servicio técnico”, es como que piensen
de verdad que en vez de ser una empresa de Marketing (mal dotada a nivel de medios,
tiempos de respuesta y atención al cliente) es una verdadera empresa de
servicios de telecomunicaciones.
Para
terminar este artículo, la excelencia en el servicio de Jazztel me trajo a la
memoria una frase que se utilizó hace unos años cuando se hablaba de las malas
artes de ciertos políticos en relación a conseguir votos a su favor para ser
introducidos en las urnas: “Prometer para meter. Y después de metido nada de lo
prometido”. Se ve que ciertas empresas del sector privado, han hecho de dicha
frase su referente como servicio a ofrecer.
Desde niño me ha
encantado el probar diferentes cosas e intentar realizar múltiples actividades
para mejorar. Es decir, el ir variando mi día a día e intentar probar nuevas actividades
a ver si me gustaban más o menos que las que realizaba. No soy de esas personas
que prefieren o bien no arriesgar a probar algo nuevo o bien especializarse en
una actividad para conseguir alcanzar un nuevo nivel de perfeccionamiento
viabilidad.
Como he dicho no
me convencen las dos opciones anteriores: ni la de situarte en una zona de confort,
no la de obsesionarte por el perfeccionamiento. En este mundo hay muchísimas cosas
que hacer y la vida nos demuestra que poco tiempo para ello, por lo que
considero más divertido el tratar de “aventurarse”. A las personas que piensan
como yo en mi junventud se les aplicaba la denominación de “culos inquietos”.
En plan
generalista los apartados anteriores quedan bien, pero sin “sustancia”. ¿A que
le aplicamos el probar diferentes actividades? Cuando somos jóvenes probablemente
a las aficiones. Nosotros a su edad y hoy en algunos casos de forma enfermiza,
podemos ver como muchos padres “persiguen” a sus hijos/as para que sean el
nuevo “Messi” (como no futbolista), la nueva “Sharapova” (para que negarlo es
más fashion que las Williams), etc. Evidentemente y en la situación económica familiar
actual, la especialización es necesaria. Así como es relativamente barato hacer
fútbol (un balón hay en cualquier sitio), no es lo mismo hacer golf o hípica,
por lo que no podemos ir testando cada dos meses hasta encontrar el deporte en
el que nuestros hijos puedan destacar.
Retrocediendo de
nuevos unos años, en mi juventud, me dediqué a variar continuamente de
aficiones: futbol, rugby, judo, natación, baloncesto, cricket, beisbol o guitarra (menos agresiva que las anteriores, me
vino muy bien en aquellas tardes de salida en grupo). Ya de menos joven, seguí probando
nuevas aficiones por necesidad. Está claro que en el caso de los deportes, el
tiempo hace que ciertas actividades que de jóvenes podíamos hacer sin complicaciones,
posteriormente resulten verdaderamente complicadas. Nadie corre igual a los 20 años
que a los 50.
En mi mocedad nuestros
padres también querían que fuésemos futbolistas y mi padre al verme saltar de
un deporte a otro, de vez en cuando solía “soltarme” hirientemente la siguiente
frase: “Muchos oficios tenía Perico y ninguno le hizo rico”.
Yo odiaba a
muerte la situación. Delante de mí padre en la mayoría de las ocasiones
agachaba un poco la cabeza y no respondía nada, lo que a él en general le
parecía un asentimiento tácito por mi parte. La verdad es que era incapaz de
encontrar la frase adecuada para rebatir su opinión sobre mi persona. Quería
decirle algo ingenioso y ganarle la batalla dialéctica, pero las veces que le
intentaba dar una explicación similar a la de los párrafos anteriores me salían
frases endebles y sin consistencia. Siempre salía perdiendo. Yo lo que
necesitaba era una frase corta como la suya que me diera el KO técnico de la
conversación. JAMAS LO CONSEGUÍ.
A partir de los 18
años la inquietud de saltar de afición en afición, la tuve que aplicar a la
vida laboral. Me fui a estudiar a Bilbao. En aquel entonces, no existía Ingeniería
Industrial en Navarra y Bilbao tenía muy buena fama. Para pagarme la carrera,
alojamiento, etc. fue necesario el que me pusiera a trabajar. Lo que en el
campo de las aficiones era optativo, en el campo laboral se hizo obligatorio.
Trabajé de peón de albañil, de obrero en la “cadena” de empresas de producción
industrial, de profesor particular, de camarero y de impresor (seguro que me
dejo algo). En resumidas cuentas, en todo aquello para lo que no se necesitaba
especial capacitación, me admitiesen y pudiese sacar algo de dinero.
Cuando acabé la
carrera y empecé a trabajar, mi virus interno de “culo inquieto”, volvió a
aparecer y a lo largo de mi vida laboral, fuí necesitando el cambiar de tipo de
empresa (industrial/servicios), el cambiar de sector (telco, automoción, TIC,
etc.), de propiedad (Público/Privada) y de otro tipo de diferencias. En mi caso
creo firmemente que fue positivo y que me ha hecho conocer a muchos grandes
profesionales de los que he aprendido y han conseguido que sea mejor persona, mejor
trabajador y mejor profesional.
De vez en cuando
reflexiono sobre esto último con más pena que gloria cuando veo lo que la situación
económica en la que nos encontramos ha hecho con muchas personas y desgraciadamente
muchos de ellos conocidos. Personas que
a lo largo de los años habían encontrado su zona de confort o su zona de
especialización, y la llegada de la crisis les ha arrebatado o una u otra, debido
a la cantidad de empresas que o bien han recortado su personal o bien han
cerrado.
Prácticamente cada
semana recibo la llamada de un antiguo conocido cuyo perfil era “A” y en la
actualidad no le queda más remedio que ser “B”. Como han cambiado los anuncios y
las entrevistas de selección de personal, en donde “lo que se busca” de los candidatos
es que sean: polivalentes, capaces de participar en la gestión del cambio y
adquirir rápido la gestión del conocimiento de la nueva empresa. Por supuesto
con flexibilidad, disponibilidad para viajar, etc.
Recuerdo las
entrevistas de selección de personal que hacía mi amigo Oscar Matellanes, en
donde dirigiéndose al candidato resumía todo lo anterior en una sencilla pregunta
con “mucha miga”: ¿Tiene usted 10 años de experiencia en el puesto que ocupa o
1 año de experiencia repetido 10 veces?
Desgraciadamente,
mi padre falleció hace unos años y la vida no me va a dar la oportunidad de
tenerlo delante una vez más para repetir aquellas situaciones, en donde él, mirándome
a los ojos me decía: Nicolás, “muchos oficios tenía Perico y ninguno le hizo
rico”. Han sido necesarios más de 30 años para que fuese capaz de levantar los
ojos, devolverle la mirada y responderle con cariño: “Pero tampoco más pobre”.
El otro
días estando de tertulia de sobremesa con unos amigos y habiéndosenos acabado
el tema de fútbol (actuación de España en el mundial), nos dio por abordar uno
de esos temas intrascendentes sobre los que es fácil polemizar. Hay tres
palabras o conceptos que solemos utilizar para calificar a terceros y a
nosotros mismos y de los cuales me gustaría expresar lo que se comentó en
nuestra tertulia y por supuesto que el tema da para más de lo que aquí se
recoge.
CONOCIMIENTO
De los
tres conceptos a priori, este es el más fácil de llegar a un consenso (aunque a
veces saltan las sorpresas). Según Wikipedia: “Hechos o información adquiridos
por un ser vivo a través de la experiencia o la educación, la comprensión
teórica o práctica de un asunto referente a la realidad”.
Por
supuesto cuando se debate sobre este tema, se considera que a la hora de
valorar, se valora más positivamente el hecho de tener titulaciones y haber
recibido formación reglada. Es decir: una persona puede llevar 20 años
estudiando todo lo que encuentra sobre el uso del arco en la “Guerra de los 100
años”, pero si no tiene una titulación en letras al respecto, sus conocimientos
se asociarán más a una afición que a ser un experto.
Otro
ejemplo podría ser que puedes llevar 20 años en el mundo de la informática,
pero sin titulación de algún tipo de Ingeniería, tus conocimientos en una
entrevista de trabajo pueden llegar a ser de tercera fila.
CULTURA
Este
concepto ya no es tan fácil de definir y por lo tanto de llegar a un acuerdo,
siendo fácil que en la susodicha charla de sobremesa aparezcan controversias
entre los comensales.
Afirma lo
que digo, el hecho de que si miramos en Wikipedia nos encontramos con que Alfred
Kroeber y Clyde Kluckhohn en 1952 compilaron 164 definiciones del concepto cultura.
A pesar
de lo anterior Wikipedia da algunas definiciones, como: “Excelencia en el gusto
por las bellas artes y las humanidades”.
Ya
empezamos a liarla. De lo anterior se deduce que ningún conocimiento que
adquiramos a través de las titulaciones de lo que en nuestros tiempos
llamábamos “Carreras de Ciencias”, nos va a aportar ni un gramo de cultura.
Podremos tener muchos conocimientos, pero nada de cultura.
Está
claro que para que nuestra personalidad no sólo sea un saco de conocimientos y
de que por mucho que un joven quiera estudiar Medicina o Ingenieria, se nos
tiene que dotar de un halo de cultura que se nos trasmite por lo visto a través
de las asignaturas que recibimos en el bachillerato. ¿Pero es suficiente?
¿Podemos decir que ya somos cultos con esos “conocimientos” de humanidades? ¿Es
poca o mucha excelencia?
Debe ser que
el factor diferencial está en la palabra “gusto” de la definición de Wikipedia.
¿A cuántos de los que hemos estudiado esas artes y humanidades se nos ha
quedado un “buen gusto” en vez de un “regusto amargo”?
Y claro
profundizando en el concepto, ¿cómo se nos mide el nivel de cultura? ¿En
función de que humanidad? ¿Lectura? ¿Poesía? ¿Pintura? ¿Filosofía? ¿Escultura?
¿Música? Y el nivel, ¿va por número de horas de lectura, contemplación de
cuadros o escucha de música?
Siguiendo
con la medición de nivel, para ser culto ¿lo tienes que ser en obras y
personajes conocidos? ¿Cuánto puntúan el conocer La Gioconda, Picasso, Bach o Fedor
Dostoievski? ¿Qué virtudes tienen que poseer las obras y personajes para entrar
en la lista de cultura?
Porque no
todo vale en humanidades. No debe ser lo mismo escuchar a Beethoven que a Lady
Gaga. Tampoco debe ser lo mismo leer “Mortadelo y Filemon” que “100 años de
soledad”. ¿Cómo se clasifica y que puntuación obtienen a los que les gusta Dire
Straits, “El jueves” y el graffiti de la M-40?
Quizás,
es que de forma análoga al término siguiente en donde está claro que existe la
buena y la mala educación debiéramostrabajar los aspectos de “buena cultura” y “mala cultura”. Sobre todo
porqué después de lo dicho anteriormente yo no me atrevo a utilizar el término
“inculto”.
EDUCACIÓN
Aunque
podríamos haber escrito más párrafos (quizás otro día) sobre los dos conceptos
anteriores, pasaremos al último: la educación.
Así como
nos es difícil definir qué es la cultura y que es ser culto, cuando mencionas dichos
términos la conversación acaba por enfocarse. Sin embargo cuando hablas de
educación, tienes que orientar la charla de origen hacia una de las posibles
connotaciones del vocablo. ¿Vamos a hablar de educación orientada a
conocimientos? ¿entonces volveríamos al primer concepto? ¿Educación privada vs
Pública?. No lo que queremos en nuestra tertulia es comentar el concepto de ser
educado.
Imaginad
si debe ser difícil que no he conseguido encontrar de forma ágil una definición
(ni en Wikipedia). Para abordar el concepto, nos tenemos que basar en los
términos comportamiento y civismo (según Wikipedia).
·“El comportamiento es la manera de proceder que
tienen las personas u organismos, en relación con su entorno o mundo de
estímulos. El comportamiento puede ser consciente o inconsciente, voluntario o
involuntario, público o privado, según las circunstancias que lo afecten”
·“El civismo se refiere a las pautas mínimas de
comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad”
El charlar
en nuestra sobremesa sobre el concepto de educación (buena/mala) deriva por dos
derroteros. El primero como en el caso de “Conocimiento” y “Cultura” por la
forma de adquirirla y de medirla. El segundo y más divertido al relacionarla
con las otras dos.
En el
aspecto de adquirirla, parece ser que todo el mundo opina que es o debe ser a
través de los padres y de los centros de formación, principalmente en nuestra
tierna infancia y en nuestra temprana juventud. Si es así, todos los
tertulianos llegamos a la misma conclusión: lo estamos haciendo muy mal. No nos
parece bien que a pesar de cómo a los padres y a las escuelas, colegios e
institutos se nos llena la boca al hablar de valores, la realidad de nuestros
días no es que tengamos en este país una sociedad excelente en cuanto a
educación. Por supuesto existen honrosas (y escasas excepciones), pero son difíciles
de percibir en nuestro vulgar y corriente día a día.
Lo que si
parece es que hay una relación directa entre los medios de transporte y la
educación (a nuestro entender la mala educación). Nos encuentramos/cruzamos todos
los días con gente que no sabemos si tendrán o no cultura, pero que podemos
asumir que tienen ciertos conocimientos y a los tertulianos nos parecío
increíble los actos que vemos.
Personas
que van en sentido contrarío por ahorrarse unos metros y no dar la vuelta a la
manzana para entrar correctamente a su garaje. O bien que análogamente al caso
anterior circulan en sentido contrario por los parkings de centro comerciales
para ser más “listos” que el que se dirige a la plaza libre por los carriles
correctos.
Otros
ejemplos derivados de las conversaciones con mi madre (cerca de los 80 años),
son la cantidad de jóvenes que NO se levantan de su asiento en los autobuses
urbanos ni en el metro para dejarles su plaza cuando ven a una mujer embarazada
(quizás dicotomías machismo/feminismo) o a una persona mayor (no sé qué
dicotomía se aplica en este caso).
En cuanto
al segundo apartado de cómo ligar el concepto de buena educación a los de
conocimiento y cultura, me viene a la memoria unas queridas conversaciones con
mi ya tristemente fallecida abuela que quizá hayan sido la semilla de este
artículo. No entendía la buena mujer como en su día a día se encontraba con
muchos jóvenes que iban a estudiar y se comportaban tan mal educadamente. Yo no
me cansaba de repetirle los conocimientos y la buena educación eran una cosa
diferente.
CONCLUSIÓN
Como
remate de nuestra tertulia (ya iba siendo hora de abandonar la mesa), los allí
presentes coincidimos en que es bueno que las personas de este país intentemos
tener más conocimientos y probablemente ser más cultos, pero que nos sería
bastante más útil (quizás más vulgar) el que a lo largo de nuestro día a día nos
comportásemos mejor con nuestros compañeros vecinos (e incluso desconocidos),
diésemos las gracias cuando nos ayudan en algo y pidiésemos perdón cuando
metemos la pata. Lo curioso de ambos caso es que el realizar estas acciones, no
nos iba a costar nada. Ambas son gratis
Me
acuerdo con nostalgia de aquellos días en que tomaba apuntes y utilizaba la
abreviatura c.q.d. y queriendo usarla una vez más terminaré que de lo comentado
en este articulo parece ser que c.q.d. (como queríamos demostrar) los términos
conocimiento, cultura y educación (buena/mala), no tienen ninguna dependencia
entre ellos.
A veces una ilusión
se te mete en la cabeza y empiezas a trabajar en ella, sin pensar en su
alcance, su factibilidad, tus posibilidades de realizarla, etc. Estos aspectos que en
tu trabajo diario tienes que medir con cuidado y eficacia no cuentan. ES UNA
ILUSIÓN.
Esto es lo que me
pasó a mí hace 10 años. Lo he escrito bien: 10 años. Probablemente os parezca
raro el que conozca con precisión cuando lo empecé. Normalmente como la mayoría
de las personas que conozco, escribo en un documento la fecha de finalización y
no la de comienzo, pero algo debí intuir cuando en este caso, puse en la
primera página, el día y la hora exacta en la que comencé la novela.
Desde hace años me ha
gustado el escribir y a pesar de tener varios libros técnicos y algún premio
por ellos, siempre me había preguntado si sería capaz de escribir una novela.
No me acuerdo ya, cómo ni por qué tomé la decisión en aquel momento. Solo que
encendí el portátil y me puse a ello.
Evidentemente uno
escribe sobre los temas que le gustan, por lo que decidí centrarme en una novela
de acción. También tengo claro el porqué del protagonista y su trabajo. En
aquel entonces trabajaba en una empresa en la que las patentes eran vitales
para la misma.
Pensando en todo lo
que había leído hasta aquel momento, la mayoría de los protagonistas de novelas
de acción relacionados con descubrimientos tecnológicos, eran espías al
servicio de sus países.
Pensé en trasladar la
novela al mundo empresarial, por lo que creé un detective enfocado a casos de
espionaje industrial, que es en donde hoy en día se dan los casos de incidentes
de patentes. No hay más que ver los juicios entre Apple y Samsung.
Al principio la
ilusión es muy fuerte y conseguí escribir rápidamente unas 100 hojas, que puse
a disposición de la crítica familiar. Les encantó y me animaron a seguir y
terminar el libro. Debido a diferentes motivos: cambio de trabajo y sector, nuevas
responsabilidades y otro conjunto de motivos, abandoné el seguir con el libro.
Un motivo que produjo
una importante bajada en la ilusión de hacer el libro, fue diferentes charlas
con personas que habían intentado publicar sus libros, y la dificultad para
hacerlo por los métodos tradicionales. A día de hoy sigue siendo muy difícil en
que los editores lean tus obras, confíen en ti y te den una oportunidad.
El año pasado y con
motivo de publicar el libro de mi hijo Sergio aprovechando los nuevos sistemas
de autopublicación, fui cogiendo experiencia en manejarme con ellos y además de
publicar el libro de mi hijo, publiqué yo también un libro técnico sobre MS-Visio
que me satisfizo bastante.
En esos momentos mi
mujer comentó con mi hijo Sergio (el auténtico escritor de la familia), la
historia de mi novela y como me había rendido. Sergio tiene muchas buenas
cualidades, dentro de las cuales una de las más importantes es la constancia. Utilizándola
durante los últimos meses, constantemente me ha empujado a terminar mi novela,
mientras el a su vez preparaba su segundo libro.
Como uno no puede
resistirse a los deseos de un hijo volví a retomar el libro, con la intención
de acabarlo. Hace aproximadamente unas cinco semanas que al fin lo terminé y
desde hace tres, ya se encuentra disponible en las librerías más grandes del
mundo: Amazon (tapa blanda y Kindle) e iTunes.
Quisiera agradecer
además de a mi mujer e hijos (Anabel, Sergio, Diana) a los amigos como Javier,
Eduardo, Ricardo, Fran, Mikel, Jorge, Juan y varios más que seguro que me dejo,
por ser los primeros en creer en mí, adquirir el libro y darme sus opiniones y
puntos de mejora.
Para los demás, aqui os dejo el primer capítulo del libro para que podaís echarles una ojeada y animaros a leerlo entero.
Después de muchos años sin conocer el manejo
de una máquina fotográfica y solo sacar fotos con la típica máquina de bolsillo
en modo automático, me decidí a comprarme una Nikon D3200, es decir una máquina
fotográfica digital de objetivos intercambiables (las antiguamente denominadas
réflex). A pesar de tener varios amigos que disfrutan un montón con la fotografía
y pretenden contagiarme su entusiasmo, no tenía claro si aquello me iba a
enganchar por lo que en ese momento preferí adquirir el modelo más sencillo de
la amplia gama de Nikon.
Como me vio metido en harina, mi amigo
Eduardo (y mentor en este arte) me prestó uno de sus libros favoritos: "Los
Secretos de La Fotografía. Guía de Campo" de Bryan Peterson. La verdad es
que el libro es muy interesante y me lo leí en pocos días. Un apartado que me llamó
especialmente la atención fue el capítulo dedicado a la macrofotografía, siendo
prácticamente el único en donde recomienda la compra de algunos accesorios
interesantes para cualquier máquina fotográfica.
Dada mi inexperiencia total en estos campos,
me pareció muy curiosa el especial hincapié que ponía en la utilización de una
“lente de aproximación” (o Close-up): la Canon 500D. Una lente de aproximación
es un filtro (como los de protección UV), que colocas en el objetivo que usas
en tu máquina y automáticamente conviertes tu objetivo en un objetivo para
macrofotografía (fotografía de detalle de pequeños objetos, insectos, etc.).
Debido a mi curiosidad estuve indagando más en diferentes páginas web, sobre
este tipo de filtros y principalmente por el recomendado por Bryan Peterson.
Una de las cosas más curiosas y que más se
repetía en los foros, era lo irónico que parecía que siendo Bryan un declarado
defensor de las máquinas y objetivos Nikon, en este caso recomendase comprar un
filtro de Canon.
Después de darle muchas vueltas y leer
bastante en Internet sobre las características
técnicas del producto, al final me decidí a comprar dicho filtro. Lo
encargué y cuando a los días me llegó, con el ansia típica del novato, me
dispuse a probarlo. Según Canon al filtro 500D, se le saca más partido, cuando
se utiliza en combinación con objetivos en la gama de longitudes 200-300mm, así
que cogí mi "Sigma 70-300 / 4-5,6 DG Macro", que en principio cumplía
con dichos requisitos y me dispuse a
realizar unas maravillosas fotografías.
Cuál fue mi decepción al colocar todos los
componente en teoría correctamente y ser mi flamante nueva Nikon D3200,
completamente incapaz de enfocar. A través del visor todo se veía borroso.
Solté todo y lo volvía a colocar varias veces. Probé en diferentes modos de la
máquina. En manual y en automático y de las diferentes combinaciones que se me
ocurrieron en esos momentos. No hubo forma.
Con la desilusión típica del novato y más
teniendo en cuenta el desembolso que acababa de realizar en el filtro, me sentí
frustrado. No viendo ninguna solución por mí mismo y encontrándome de
vacaciones en la costa y lejos de mis amigos expertos en fotografía, sólo se me
ocurrió recurrir al soporte brindado por los Centros de Soporte de los
fabricantes. Escribí el siguiente email
tanto a Canon como a Sigma.
Pregunta inicial a ambos Centros de Soporte.
“He adquirido una lente close-up 500D y no
hay forma de enfocar con ella mi objetivo "Sigma 70-300 / 4-5,6 DG
Macro". http://www.sigma-photo.es/Objetivos/subgrupos.asp?idP=123 Tengo
una cámara NIKON D3200. Me gustaría saber cómo puedo solucionar mi problema.
Gracias”.
A continuación paso a comentar las respuestas
de ambos Centros de Soporte
Respuesta inicial del Centro de Soporte de Canon
“Le informamos que nos disponemos de ninguna
"lente" o accesorio Canon que sea 500D. Con esta referencia solo
tenemos la cámara EOS 500D. Si usted hace referencia a la misma y está teniendo
problemas de funcionamiento con accesorios de terceros, tendrá que contactar
con el fabricante de los mismos para que le puedan ofrecer asistencia. Si el
problema de enfoque le sucede tanto con objetivos Canon como con objetivos de
terceros, entonces contacte con uno nuestros centros de reparaciones
autorizados para que su cámara pueda ser revisada”.
Cuando recibí esta respuesta, no daba crédito
a mis ojos. El Centro de Soporte de Canon España, desconocía los productos de
su catálogo y me decía que la lente que yo tenía en la mano no existía. ¿Cómo
me iban a ayudar?
Yo no soy conocedor de la gama de Canon y no
conocía la existencia de dicha cámara, pero el día en que los/las responsables
de marketing de Canon se les ocurrió asignar a dos productos de su gama de
fotografía (una cámara y una lente) el mismo nombre, no debían de estar muy
inspirados.
Respuesta inicial del Centro de Soporte de SIGMA
“Por la información
indicada está intentando comunicar una óptica 70-300 para Canon 500D con su
cámara Nikon D3200, esto es incompatible, las bayonetas son totalmente
diferentes y no pueden ser cambiadas.
Por favor comunique
con el establecimiento vendedor y que le cambien la óptica adecuada para su
cámara”
De nuevo, ignoraban la existencia del filtro
y además no entendían mi pregunta ya que pensaban que había comprado un
objetivo Sigma para Canon en vez de para mi Nikon. Vamos, me llamaban tonto de
una forma elegante.
Después de un rato pensando que hacer, me
decidía a escribirles otro email. Es decir, el novato en fotografía les tenía
que explicar a los expertos de los Centros de Soporte:
·A
uno, los productos de su catálogo.
·A
otro, que existía un filtro de Canon con esas características y a ver que me
podía recomendar.
Mi aclaración a ambos Centros de Soporte
“Canon tiene la 500D (cámara) y la 500D
(lente close-up). Yo me estoy refiriendo a esta última que es una lente de
aproximación compatible en principio con cualquier objetivo. Te adjunto foto de
la misma
Está recomendada principalmente para objetivos
entre 200 y 300 mm como puedes ver en el enlace de Canon (lo siento no lo he
encontrado en castellano), por lo que no entiendo por qué no funciona con mi
objetivo "Sigma 70-300 / 4-5,6 DG Macro"
Espero que lo escrito te haya definido más claramente
mi problema”
Dicho de otra forma: a de Canon le enviaba a
su propia página web y al de Sigma a la de su competencia.
Respuesta final del Centro de Soporte de Canon
“Canon solamente garantiza el correcto
funcionamiento de sus productos, solo cuando los mismos se utilizan con
dispositivos de originales Canon. Si esta lente Canon close-up "Type
500D" no le funciona en un objetivo Sigma, el cual se encuentra colocado
en una cámara Nikon, entonces deberá contactar con uno de estos dos fabricantes
para que ellos le indiquen sobre la compatibilidad de sus productos con
accesorios Canon”.
O dicho de otra forma: a pesar de haberles
comprado una lente de su marca, no me daban soporte cuando los objetivos no
eran Canon y que ellos sólo se dedicaban a sí mismos y desconocían el resto del
mercado y las compatibilidades de sus productos con los de otros fabricantes.
Respuesta final del Centro de Soporte de SIGMA
“La lente de aproximación que refiere no
enfoca en su Nikon porque su sistema de enfoque es distinto, esta lente de
aproximación ha sido diseñada para el sistema de enfoque de cuerpo de cámara
Canon”.
Como novato que era, con esta respuesta me
engañaban, ya que en mi ignorancia, pensaba que podía estar ocurriendo. Lo que
no me cuadraba era la recomendación de Bryan Peterson, en donde todo el
material que utilizaba era Nikon, salvo la lente 500D
Solución.
No salía de mi asombro y decepción al ver el
“Soporte” que me habían brindado ambos fabricantes, en teoría líderes mundiales
en el sector de la fotografía. En un mundo tan competitivo como el actual, ¿así
era como demostraban a uno de sus clientes?:
·Interés
por retener/ganarse el cliente y solucionarles el problema o era suficiente con
quitárselo de encima
·El
conocimiento de su catálogo de productos. ¿Cómo me van a ayudar si no conocen
lo que fabrican?
·El
Conocimiento de su sector. Si no tienen una lista de compatibilidades y
funcionamiento de sus productos con los de otros fabricantes, ¿cómo se van a
distinguir de su competencia?
Lo único que habían conseguido ambos
fabricantes era mi pérdida de confianza en ambas marcas. Además yo seguía con
mi problema y sin nadie cercano a quien recurrir. No sabía si devolver la lente,
guardarla en un cajón a que cogiese polvo, o que hacer.
En mi afán de conseguir solucionar el
problema, en un par de días conseguí que me dejasen un objetivo NIKON 55-300,
con ello eliminaba el objetivo Sigma de la ecuación y ver si ese era el
problema. Ni por esas, monté el objetivo y monté la lente y seguía viendo todo
borroso y la D3200 no conseguía enfocar.
Al cabo de unas horas, y no sabiendo que
hacer se me ocurrió lo que se me tenía que haber ocurrido desde el principio:
mirar en esa inmensa base de datos de conocimientos que es YouTube. En pocos
minutos encontré un video del propio Bryan Peterson, en donde explicaba el
correcto funcionamiento.
¡NOVATO DE MÍ! Muchas veces cuanto más
difícil nos parece el problema, más sencilla es la solución. Un objetivo de
200-300mm está diseñado para enfocar a distancia (a objetos que estén lejos) y
es lo que yo hacía independientemente de haber colocado la lente de
aproximación.
Cuando a un objetivo de esa longitud le
colocas una lente como la 500D, lo que tienes que hacer es justo lo contrario
(como dictan las normas de la macrofotografía): tienes que enfocar a unos pocos
centímetros del objeto al cual quieres sacar la foto. Cambié de técnica y todo
funcionó: los dos objetivos (Sigma y Nikon), la lente (Canon) y la cámara
(Nikon) y pude obtener unas bien merecidas (al menos duramente perseguidas)
fotografías.
Al terminar de conseguir mi objetivo (nunca
mejor dicho), me senté un momento para reflexionar y me vinieron a la cabeza
las siguientes preguntas:
·Canon
¿conoce el potencial de su lente 500D? o a pesar de ello ¿sólo quiere venderla
a clientes de Camaras Canon y objetivos Canon?
·Los
Centros de Soporte son ¿para los expertos o para los novatos?
·¿Qué
tipo de expertos en el sector y en los productos existentes nos atienden?
·Los
novatos ¿tenemos que confiar en ellos o buscarnos la vida por otros medios?
·Los
fabricantes ¿se preocupan de mirarse el ombligo o de las necesidades de sus
clientes?
·Se preocuparon ¿de resolverme mi problema o de quedarse ellos a gusto con su
respuesta?
·En
un mundo tan competitivo ¿fue normal lo que me pasó?
·Los
de los Centros de Soporte, entienden que existen gracias a que compramos
productos de su marca y les llamamos con preguntas sobre problemas que tenemos
con dichso productos.